¿Aún no sabes lo que es? Si no estás dispuesto a admitirlo entonces probablemente se haya apoderado de ti también. Pero no se trata del espíritu que todos imaginamos así que comiencese a preocupar Sr. Grinch.
Hay dos tipos de espíritus navideños. Perdón, es más, hay tres.
El primero da forma a la típica idea preconcebida que existe sobre dicho etéreo ente.
A medida que se acercan las fechas señaladas algo en tu interior comienza a inclinarse hacia jerséis de lana con colores cálidos, que poco a poco van mutando hasta dibujar en el centro de tu pecho un inconfundible reno al que puedes llamar Rudolph si te apetece. Suddenly sientes como tu propio cuerpo comienza a tomar sus propias decisiones y te encuentras a ti mismo en el inframundo del trastero que como todo trastero de hijo de vecino es un perfecto caos. Sacas una fuerza sobrehumana, que ni Sansón, y subes tres pisos con un majestuoso árbol a cuestas. Y sí, es el momento de las luces. Déjate de cubo de rubik niño freaky y atrevete a desenredar este cableado que adquiere vida propia por momentos.
Y sin embargo, al cabo de dos horas, has conseguido solventar el rompecabezas titileante. Eso si, tu sudor te ha costado, y todo ello sin tan ni siquiera desaparecerte la sonrisa ni remangarte el pullover ludico-festivo.
Además sacas tus dotes culinarias e incluso las mezlcas con las artisiticas (no sé yo si es buena combinación). Mientras cortes exclusivamente el turrón y lo coloques delicadamente uno a uno hasta que por arte de magia se asemeje a una estrella, un árbol, o incluso al mismísimo pesebre... todo irá bien , la imaginación es lo que cuenta.
El segundo es aquél que decide ir lo más lúgubre posible, (halloween ya pasó querido). Será aquél que dirá que el árbol esta un poco torcido, que las luces ya están demodé y que tu plato de turrón con forma de Baltasar parece una cucaracha muerta. Simplemente pasará el test de Rorscharch con diagnostico de antisocial porque claramente es Baltasar, y sino que se fije en la barba, ¿desde cuando una cucaracha tiene barba?¿ Me lo puedes explicar?
Y el tercero. Pues sí, es el que tiene que mantener su culo, literalemente, pegado a la silla. En su subconsciente una serie de sentimientos encontronados. Lo que le gustaría decorar cada milimetro de la biblioteca... y comerse tu turrón, ese que dicen que tiene forma de perro, (o era Baltasar), pero que al ser su actividad fisica nula, su culo adquiriria las dimensiones de las de Rosa de OT (pre-concurso, claro está).
¿Cuál eliges tú? Mientras te decides te dejo una propuesta para tus looks en estas fechas.
¿Adivinas que espíritu es el que me había poseido?
Cropped top terciopelo burdeos hombros descubiertos: Bershka
Chaqueta negra con detalles de terciopelo: Mango
Shorts florales terciopelo negro: Mango
Botas, cut off laterales: Zara
Bolso de mano: Top Queens
Collar: Double Agent
¡Felices fiestas familia!
